Mi blog como bailaora se llama:
http://martabernazanobailaflamenco.blogspot.com/

domingo, 21 de noviembre de 2010

Diario de Domingo



Al fin de cuentas, me doy cuenta de que mi blog es una especie de Diario Personal, pero que ya no tengo miedo de exponer ante los demás.

Son, más que piezas literarias, pedazos de vida, de experiencia, que tengo la suerte que quedarán allí para que alguien alguna vez los tome, los vea, los sienta, reflexione sobre ellos, o sobre la persona que los escribió.

Creo que toda mi vida he tratado de "revelarme", como una fotografía que tiene un negativo que "no permite ver" y un positivo donde finalmente se puede entender, ver, de que se trata.

Bueno, para mí la escritura, sería el "positivo" de algunas cosas de la vida o de mi personalidad que se esconden en un claroscuro difícil de entender.

No me creo única en éso, creo que todas las personas tienen este deseo de ser conocidas, ser entendidas, ser queridas ,apreciadas por ese Otro a veces tan temido.

Desde mis juegos de infancia, donde niñas pequeñas se repartían roles entre princesas y esclavas, me di cuenta de que vivimos un mundo básicamente "desigual" y que todo acto de amor debe ser una búsqueda de la armonía que significa entender al otro y amarlo en la desigualdad, ya que precisamente las princesas y esclavas de la niñez parecen destinadas a convertirse en los espereotipos de un mundo imposible de cambiar.

Asi es como yo, hoy, me planteo la vida.

De joven pensé que a este mundo era posible cambiarlo, pero después me dí cuenta de que sólo es posible hacerle cosquillas (ja,ja!) como diría Quino con su sabia Mafalda:"¿No querés que te rasque el Ulster?"

Entonces, como en un viejo poema de adolescencia que decía:" y mi corazón, libre, solitario y vigoroso , se llenó de piedad entre los hombres", dejé que mi corazón se llenara de piedad, y aunque poco a poco me fui aislando del mundo y lo mundano como si ya lo hubiese aprendido todo sobre él, me acerqué más a esos seres que sólo el amor podía entender.

Y creo que, si puedo vivir y convivir con mi soledad, es porque ellos están presentes aquí a través del amor que es como una nervadura que me nutre y me une al gran árbol del mundo.

Lo que yo quería de niña, pero de una manera diferente.

Y aún sigo mirándolo, con amor.

Todavía me conmueve la hierba, el movimiento de los árboles con el viento, el brillo de las veredas bajo el sol, la mirada de un niño, el beso de los adolescentes, el deseo de libertad de los jóvenes que hoy ocupan nuestro lugar en las filas de la vanguardia, pero ya no necesito verlos, ni siquiera estar con ellos. Ellos están adentro mío para siempre, aquí instalados, calentitos, protegidos como nadie. Puedo cantarles mi amor en estas líneas que quizás no leerán (o sí) o que tal vez ignoren toda la vida.

Decirles que siempre los quise, que siempre tuve esperanzas en el ser humano, en su potencia, en su capacidad para superarse, en su solidaridad, en su creatividad, porque siempre tuve confianza en mí fuerza y aunque me ha costado quererme, creo que al final lo lograré.

Yo soy ellos y ellos son yo. Sólo así, reconociéndome en mi prójimo, puedo soportar la vida que antes quería cambiar, encontrarle un sentido.

La vida no es un camino individual. Es el camino de todos, con nuestras tristezas, fracasos, logros, alegrías. Estamos conectados como en un gran hormiguero gigantesco en el cual cada uno cumple un rol sagrado que sostiene a los otros.

Y en esa gran trama, a veces no entendemos las marcas de nuestro destino personal.

La vida será un simple azar? O un perfecto laberinto diseñado por Dios?

Quién lo sabe!